viernes, 24 de julio de 2009

● Un artista obsoleto.

Vectores... ¡sí, vectores! quizás una analogía hacia el ilustrador, como la Imprenta a los escribanos y la revolución industrial a los obreros (el papá de Charlie antes de ir a la fábrica de Chocolate). Vamos a pasear por la Av. Wilson y observar cuántos puestos y cuántas computadoras hay por cada uno, manejadas por alguien quien, obviamente, se las sabe todas.

Cómo vivimos en el Perú (y me revienta decir esto) la gente opta por mandar a hacer sus diseños a esta gente, por tenerle prioridad al costo más que a la calidad, baratito no más. Es un país un poquito tacaño quienes creen que los diseñadores tenemos una vida regalada por solo hacer dibujitos y garabatear con el mouse. Cómo si pensar en un gráfico o en una idea creativa, no diera desgaste mental, es un dolor de cabeza angustioso, mucho peor si es pedido y aguantarse la vela verde que los jefes nos puedan recitar en prosa, rima, parábola o como sea.

Pues no sé si a la tecnología se le pueda llamar "avance" o "evolución", hay ventajas pero en algunos casos, vuelve a la gente inútil, codiciosa, hasta dependiente y obsoleta. En fin, para no poner un testamento siendo general, seré particular, comentando que ahora cualquiera puede ser diseñador, y a quienes vamos por el lado legal, por así decirle, pagamos el pato con los de Wilson, nuestra más brava competencia.

Ya nadie quiere ilustradores, todo lo quieren moderno y digital, quedamos un poco apartados, y no nos queda otra que unirnos y, en mi caso, sentirme uno más.
Debo agregar, que también esto podría significar un nuevo reto para los artistas de la era.

PD: Ésta es una de las entradas más tontas que hice, porque mientras lo hacía, una mujer me llamó al celular, amenazándome con una denuncia de algo que no hice. Obviamente se equivocó, y no me creyó. Tengo esto en órbita por mi cabeza y no me deja inspirarme como debería. ¿Por qué me pasan estas cosas? Yo nunca hice nada para merecer estos golpes en la vida tan fuertes... yo no sé...